Una investigación de dos años sobre crimen entre la Policía Nacional Rumana y la Policía Nacional Italiana, con el apoyo de Europol, su Grupo Mixto de Acción contra la Ciberdelincuencia (J-CAT) y Eurojust, ha llevado a la detención de 20 sospechosos en una serie de redadas coordinadas el 28 de marzo. 9 personas en Rumanía y 11 en Italia siguen detenidas por un fraude bancario que se saldó con un millón de euros de cientos de clientes de dos importantes instituciones bancarias. Las autoridades rumanas han llevado a cabo 3 registros domiciliarios, mientras que la Policía Nacional Italiana ordenó la ejecución de 10 registros domiciliarios e informáticos, en los que participaron más de 100 policías italianos.
El grupo de delincuencia organizada (OCG), compuesto esencialmente por ciudadanos italianos, utilizó correos electrónicos de phishing en los que se hacían pasar por las autoridades fiscales para obtener las credenciales bancarias en línea de sus víctimas.
Mientras que las estafas de phishing más comunes distribuyen millones de correos electrónicos genéricos, los correos electrónicos de “spear phishing” se dirigen a objetivos concretos con contenido especial para que parezca que su origen es legítimo. Se anima a los destinatarios a hacer clic en un enlace lo que, posteriormente, dará lugar a una versión falsa de un sitio web legítimo en el que su cuenta o datos de contacto pueden ser robados.
La investigación iniciada en 2016 reveló cómo los delincuentes utilizaban las credenciales bancarias en línea robadas para transferir subrepticiamente dinero de las cuentas de las víctimas a cuentas bajo su control, y de ahí retiraron el dinero de los cajeros automáticos de Rumanía con tarjetas de crédito/débito vinculadas a las cuentas criminales.
La OCG, altamente organizada, prosiguió con su actividad delictiva utilizando aplicaciones de chat cifradas. Estableció su poder aplicando métodos intimidatorios hacia sus afiliados y competidores. La OCG también es sospechosa de blanqueo de capitales, tráfico de drogas y de seres humanos, prostitución y participación en una organización delictiva, casi nada vamos.
Durante la investigación, Eurojust garantizó estrechos contactos y coordinación entre las autoridades fiscales y de investigación de Italia y Rumanía. Europol apoyó el caso proporcionando análisis de inteligencia y experiencia a medida a los investigadores y desplegando oficinas móviles el día de la acción en ambos países. Se celebraron varias reuniones de coordinación y operativas antes de la acción en Eurojust y Europol. Debido a las exigentes medidas de investigación llevadas a cabo a nivel internacional, se creó un equipo conjunto de investigación (ECI) entre los países que cooperaron con la ayuda de Eurojust y Europol.