Hace casi un año ya, en julio de 2015, Microsoft lanzó la nueva versión de su sistema operativo Windows 10. Desde ese momento, la empresa ha utilizado tácticas cuanto menos cuestionables para que los usuarios adopten esta nueva versión.

Muchos usuarios han considerado estas autoactualizaciones como muy agresivas y, una en particular, decidió demandar a Microsoft por este tema.

Teri Goldstein, natural de Sausalito, California, vió como el pasado verano su equipo se intentaba actualizar a la nueva versión de Windows y como a partir de ese momento el funcionamiento se volvía lento, inestable y dejaba de funcionar durante algunos días.

“Nunca había escuchado nada sobre Windows 10. Nadie me preguntó si yo quería actualizarme”, dijo Goldstein.

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Imagen The Seattle News

Goldstein llevó el equipo al servicio oficial y Microsoft no fue capaz de resolver los problemas técnicos que presentaba el dispostivio. Por ello, decidió demandar a la compañia por la cantidad de 10.000 dólares ya que el ordenador era su medio de trabajo desde el cual gestionaba su pequeña agencia de viajes.

Teri Goldstein ha ganado la demanda y Microsoft, para evitar gastos legales adicionales derivados, ha decidido no apelar.

Esta demanda puede abrir las puertas a que se procedan más demandas de este tipo, veremos que sucede.

Más información | The Seattle Times .

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