Sobre el papel, Unetenet prometía a sus inversores triplicar sus ahorros a cambio de colocar anuncios en la red. Las víctimas eran captadas en presentaciones multitudinarias en hoteles de lujo bajo la promesa del dinero fácil a golpe de clic. Los beneficios se abonaban en la moneda virtual, que se presentaba como una alternativa al capitalismo financiero.
La empresa estafadora pagaba a las víctimas inversoras en moneda virtual inventada que realmente no tenía valor alguno y que imposibilitaba recuperar sus inversiones. En los cinco registros realizados se han intervenido dieciocho equipos informáticos, portátiles, discos duros de ordenadores, tres tabletas, numerosa documentación relacionada con estafas y blanqueo de capitales, 15.505 euros y dos vehículos de alta gama.