A finales del mes de marzo, conocidos nombres como Musk, Harari, Wozniak y un gran número de empresarios, investigadores y académicos han solicitado a los gobiernos que apliquen una moratoria, en caso de que empresas como OpenAI y otras emergentes, se nieguen a “pausar” sus experimentos con sistemas de inteligencia artificial poco fiables. Ya hay gobiernos que están legislando y prohibiendo usos de la IA. Y es que, raro es el día que la Inteligencia Artificial no es protagonista de algún artículo o noticia en los diferentes medios de comunicación y por supuesto, aparecen en los tabloides noticias que llegan a alarmar a la opinión pública sobre la carrera “peligrosa” de la IA.

Conocidos empresarios del mundo tecnológico como Elon Musk, Steve Wozniak (cofundador de Apple) o presidentes de numerosas compañías tecnológicas, intelectuales como Yuval Noah Harari y académicos e investigadores especializados en Inteligencia Artificial de todo el mundo, firmaron la carta abierta emitida en la que piden a las organizaciones que desarrollan esta nueva tecnología que se pausen durante al menos 6 meses sus experimentos más importantes, dando tiempo a que el mundo acuerde una hoja de ruta para que dichos sistemas consigan ser más precisos, seguros, transparentes, robustos y confiables.

Dicha carta se centra sobre OpenAI, empresa que ha desarrollado ChatGPT. Calificado como tecnología límite su nuevo GPT-4, la inteligencia artificial presentada hace pocas semanas mejora las capacidades de base ofrecidas por ChatGPT. La declaración reciente de OpenAI sobre la inteligencia artificial general afirma que: “En algún momento, puede ser importante obtener una revisión independiente antes de comenzar a entrenar sistemas futuros y para los esfuerzos más avanzados, acordar limitar la tasa de crecimiento de la computación utilizada para crear nuevos modelos“. Ese punto es ahora, concluye.

Todos los firmantes coinciden en que el potencial de la inteligencia artificial para transformar la sociedad exige que se produzca un consenso internacional que marque el paso. Hacen hincapié en que los líderes de las empresas que han emprendido “la carrera peligrosa hacia modelos impredecibles, cada vez más grandes y con capacidades emergentes”, no son las personas que deciden por dónde deben discurrir dichos avances.

Y es que, la irrupción de ChatGPT el pasado mes de noviembre, ha espoleado una carrera por la inteligencia artificial en la que dos tecnológicas mundiales, como son Microsoft y Google, han decidido participar sin pensárselo. Han incorporado esta tecnología a sus principales herramientas, pese a que presenta importantes fallos y se encuentra aún en una etapa inmadura de su evolución, según recalcan los expertos.

El experto en inteligencia artificial Eliezer Yudkowsky, emite una opinión demoledora al respecto, afirmando que dicha tecnología acabará matándonos a todos.

La carta firmada por cientos de expertos, en este momento está abierta para su rúbrica por el resto de la población que desee unirse. En este momento supera el millar de firmas.

Antes de alarmarnos, debemos tener en cuenta distintos aspectos.

La tecnología, es un avance del que el ser humano es responsable. En este sector se han tomado muy buenas y malas decisiones, que con el paso del tiempo causan estragos o suponen grandes avances. Desde la creación de código malicioso que pueda acabar con la vida de personas inocentes, hasta permitir gracias a la telemedicina diagnosticar o curar enfermedades en la distancia.

Como ya adelantó hace años Mitch Radcliffe (tecnólogo y cofundador de Metaforce), “un ordenador te permite cometer más errores y más rápido que cualquier otra invención en la historia de la humanidad, con las posibles excepciones de las pistolas y el tequila”. Una afirmación con la que podemos estar o no de acuerdo, pero que lleva su parte de razón.

Ello, no ha impedido que los ordenadores evolucionen tanto en su tecnología como en sus aplicaciones, a día de hoy cada vez más extendidas. Del mismo modo que desde un ordenador puede salir un gran libro, puede salir también malware que cause daños cuantificables en miles de millones, pudiendo costar la vida a personas inocentes, como he comentado antes, en el caso de que se produzca un ciberataque a una central nuclear, centro hospitalario o cause un simple incidente en el funcionamiento de los semáforos de una zona de cualquier ciudad del planeta.

Los ordenadores no se han prohibido o limitado su uso, siendo creciente el número y variedad de dispositivos conectables con los que podemos contar hoy en día.

¿Qué fue antes el ser humano o la máquina?

Según se ha podido conocer recientemente, un investigador ha logrado utilizar ChatGPT para crear software maliciososo capaz de robar información de dispositivos, evitando ser detectado por programas de ciberseguridad como VirusTotal. El investigador Aaron Mulgrew, que trabaja para la firma Forcepoint, descubrió que utilizando el chatbot para desarrollar un exploit de día cero, era posible sustraer datos de un dispositivo evadiendo el control de detección del software antivirus de VirusTotal. Todo ello, generando pequeños fragmentos de código para no “despertar la sospecha” de la inteligencia artificial, consiguiendo así su carga maliciosa.

Es decir, que según él, un Script Kiddie (anglicismo propio de la jerga de ciberseguridad que hace alusión a una persona falta de habilidades técnicas o madurez) podría conseguirlo también con muy poco esfuerzo.

Repasemos, tecnología creada por el ser humano, entrenada por ellos y que siguiendo sus instrucciones la puede liar parda. Pero, no es dicha tecnología la que decide pasar la noche en vela, tramando realizar la fechoría.

La Inteligencia Artificial o más concretamente, el denominado proyecto TheRRRealist, es capaz de crear modelos hiperrealistas (masculinos o femeninos), mediante el uso del programa de Stable Diffusión. Imágenes CGI (Computer Generated Imagery), muy trabajadas y que podrían llegar a entablar conversación con los clientes. Lo más parecido a un burdel virtual.

El proyecto TheRRRealist tiene cuenta en Twitter, donde comparte su contenido, además de estar presente en DeviantArt. Tiene su propio portal oficial fuera de Onlyfans, donde ofrecen los sets de imágenes de las distintas modelos, además de un paquete gratuito. Método que está comenzando a usar mucha gente y que no obliga a estar suscrito, ni al pago mensual.

OnlyFans, es una plataforma de contenido para adultos y pornográfico. Una especie de “Patreon del porno” (Patreon es un sitio web de micromecenazgo para proyectos creativos, fundado en 2013 por el músico Jack Conte y el desarrollador Sam Yam), que se ha convertido en uno de los grandes ganadores de la pandemia, ya que a finales de 2020 consiguió un ritmo de crecimiento de medio millón de usuarios nuevos al día.

Por lo tanto, nos encontramos ante una maniobra pensada y puesta en escena por el ser humano, con diversos fines, de los que tampoco se puede responsabilizar a la IA por iniciativa espontánea.

Recientemente, se ha podido conocer que el artista alemán Boris Eldagsen, ganó la categoría de creativa, en el prestigioso certamen anual de fotografía Sony World Photography Awards, con una fotografía en tonos sepia, en la que aparecían dos mujeres. Claro está, mujeres inexistentes, que no habían posado para él. Tras ganar el premio, renunció a él, advirtiendo que la imagen había sido obtenida mediante IA y que su intención era aportar contenido al creciente debate abierto en torno a la Inteligencia Artificial.

AutoGPT, una IA capaz de mejorarse a sí misma.

Pero la IA puede llegar mucho más lejos. Prueba de ello es AutoGPT, un experimento creado por un desarrollador que usa las APIs de GPT-3 y GPT-4 para conseguir realizar acciones de forma autónoma, algo que hasta el momento, no hace ningún otro modelo.

Puede generar sus propias indicaciones con tan sólo una solicitud inicial por parte del usuario, que permite crear cualquier tipo de aplicación, sitio web, escritos o cualquier otra solicitud por sí misma. La herramienta además, puede comprobar los resultados de sus propias indicaciones y si algo no funcionase, ponerle solución.

Queda claro que los avances de esta IA son increíbles. Pero, ¿deben preocuparnos más de lo que nos preocupa ChatGPT, Bard o cualquier otra IA generativa? En mi modesta opinión, no más de lo que nos debería preocupar la iniciativa humana, responsable de todos estos avances tecnológicos. Se dice que este tipo de herramientas puede acabar con muchos puestos de trabajo u oficios, dado que no se necesitaría a ningún humano para evitar que la IA cometa errores. Aunque, otros oficios han desaparecido cuando no existía aún la IA.

La Inteligencia Artificial, declarada “non grata” en varios países.

Hace días fue noticia que Italia prohibía usar ChatGPT en el territorio nacional, tras detectar irregularidades en su política de privacidad. ¿Realmente es fácil controlar su uso? Lógicamente, la decisión causó gran polémica acerca de esta herramienta que, para muchos es el futuro, alegando que se está bloqueando algo revolucionario. Pero, la prohibición puede llegar más lejos, incluso llegar a España donde ya se plantea. Esto hace que países como Francia, Irlanda y Alemania entre otros, también estén preocupados, considerando seguir los pasos de Italia.

Pese a lo que puedan opinar los enemigos de la tecnología, respetando siempre su opinión, claro está, no debemos negar que la inteligencia artificial ha supuesto un gran y asombroso avance en muchos aspectos tecnológicos.

El debate está abierto y no tiene aspecto de zanjarse pronto, pero haciendo uso de una de las mayores capacidades de la especie humana como puede ser la capacidad de razonamiento o desarrollar invenciones a lo largo de nuestra existencia (desde la rueda a la computación), si hay algo que legislar, creo que debería ser los usos que se puedan llegar a hacer de la inteligencia artificial, qué información pueden recabar y/o usar los responsables que estén detrás del desarrollo de este software o aplicaciones, así como hasta donde deseamos que llegue. Para ello, no deberíamos olvidar que somos los padres de la criatura y que es nuestro producto lo que se puede conseguir con su uso. En mala comparación, como lo fue la bomba atómica, cuya existencia a día de hoy sigue siendo una amenaza para la humanidad.

Por terminar con un simil y rebajar un poco la tensión creciente, una inocente mona puede ser poco peligrosa sin utensilio alguno en sus manos. De la misma manera que lo puede ser una ametralladora, apoyada sobre una caja de botellas de whisky. Pero, si dejamos al alcance del primate la caja de whisky y la ametralladora con munición suficiente, podemos presenciar una masacre terrible.

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