Dentro del mundo de la tecnología nos encontramos a muchísimos profesionales, personas con mucho entusiasmo y ganas de seguir aprendiendo, porque, si hay algo que sabemos con seguridad, es que siempre se puede seguir aprendiendo. Por ello hoy, hemos decidido salirnos un poco del guión, de la tónica habitual y traeros una entrevista conversando sobre un tema algo diferente.

Esperamos que os guste 😉

Para ponernos un poco en contexto un satélite es un objeto que ha sido puesto en órbita intencionadamente, el primero fue el Sputnik y fue lanzado en 1957 por la Unión Soviética.

Desde entonces, los satélites han ido evolucionando, muchos países han lanzado sus propios sistemas en órbita y actualmente existen más de tres mil satélites orbitando. Cada uno de estos nos permite hacer diferentes acciones relacionadas con los siguientes campos: comunicaciones, meteorología, navegación, reconocimiento, astronomía…

Hoy contamos con Dario Pourzand Samojeden, un gran amigo, filántropo y animalista que está en su último año de ingeniería aeronáutica en la Universidad Rey Juan Carlos, y se encuentra, precisamente, trabajando con estas tecnologías, concretamente, pseudosatélites. Os dejamos con él que nos cuenta más en detalle.

Hablando con Dario

Aerostato de gas estratosférico - RAVEN AEROSTAR - para misiones ...

Darío, cuéntanos un poco de dónde salió la idea de este proyecto.

Pues este TFG surge del deseo de colaborar entre mi universidad la Rey Juan Carlos y B2Space, una start-up del sector espacial con base en Reino Unido. Mi tutor y el cofundador se conocen por haber estudiado en la misma universidad y vieron en este proyecto una muy buena oportunidad para unir la vida académica con el mundo laboral.

Y, en qué se basa este trabajo.

El objetivo principal es diseñar un pseudo satélite de gran altitud el cual sea capaz de determinar la composición atmosférica. Para ello parto desde el vehículo ya diseñado por la empresa. Mi función principal es determinar los componentes que tienen que ir a bordo para cumplir el objetivo, como pueden ser un ordenador de abordo que controle el satélite, la fuente de alimentación, el control térmico y, como no, la carga de pago que realizará las mediciones.

Has hablado de pseudo satélites ¿qué son y en que se diferencian de los convencionales?

Pues como bien indica su nombre son satélites que no llegan a serlo del todo. Me explico, tienen las mismas características que uno convencional solo que estos no llegan a estar en órbita. Los pseudo satélites suelen ir a bordo de 3 tipos de “lanzadores” diferentes: drones de gran altitud, globos aerostáticos y dirigibles. Todos ellos comparten una serie de características
comunes y es que están diseñados para volar a altitudes estratosféricas, de entorno a unos 35-40 km de altitud y se pueden recuperar, además los dirigibles y los drones pueden controlar su trayectoria, mientras que los globos van a la deriva con los vientos atmosféricos.

¿Existe una necesidad para este tipo de satélites?

Como parte inicial de mi proyecto estudié las necesidades de mercado con respecto a este sector y la verdad es que sí. Estos satélites presentan una serie de beneficios frente a los convencionales que resultan muy atractivos tanto para empresas en el sector de las telecomunicaciones como para realizar observaciones terrestres. Un ejemplo muy claro es Google Loon, que se encarga de proveer de servicios de telefonía móvil a través de una red de pseudo satélites a bordo de globos aerostáticos.

Aerostato de gas estratosférico - RAVEN AEROSTAR - para misiones ...

Volviendo a tu proyecto, entre otras cosas, uno de los objetivos es crear pseudosatélites con un coste bajo ¿no? ¿Podrías decirnos por ejemplo qué usas y cuánto podría costar un satélite de este tipo? y ¿cuánto te costaría ya puesto en funcionamiento, en vuelo?

Así es. Estamos viviendo una nueva revolución digital y ahora disponemos de componentes cada vez más pequeños, potentes y baratos. El coste de estos aparatos es muy variable y depende únicamente de las necesidades que se requieran para la misión. Podemos estar hablando unos pocos cientos de euros a decenas de miles, eso ya depende de qué necesidades se requieran para la misión.

En la actualidad se puede estar cobrando de unos 10.000-15.000 € el kg por ponerlo en órbita, más los gastos de fabricación, traslado, las listas de espera, etc. Como se puede ver no es nada fácil lanzar un satélite al espacio. Los pseudo satélites de gran altitud (HAPs) ganan en este aspecto porque al ser reutilizable el vehículo y utilizar o bien energía eléctrica en el caso de los drones o bien helio para aquellos que sean más ligeros que el aire podemos estar hablando de unos pocos miles por el vuelo por misión.

Les acoplas algún tipo de accesorio, ¿una cámara por ejemplo? Y ¿qué más se le podría añadir, podría llegar a controlarse el vuelo?

En mi proyecto llevo una serie de instrumentos que permitirán obtener los tipos de gases que componen la atmósfera como el ozono, dióxidos de distintos elementos, la humedad, etc. Pero la variedad de la carga de pago que se puede llevar es tan amplia como alcancen las necesidades de la misión. Se pueden incluir desde antenas para emitir señales, repetidores, cámaras multiespectrales para el estudio de la agricultura…

Y para controlar el vuelo existen distintos métodos. Obviamente los drones utilizan sus alerones, pero en un globo aerostático estás a merced del viento. La única variable que pueden controlar es el volumen de gas que lleva, con lo que cambia la velocidad de ascenso, lo cual puede ser muy útil porque después de años de estudio de los vientos atmosféricos se pueden utilizar para hacer que el globo vaya en la dirección deseada estando a la deriva en una corriente con la misma dirección.

Inside a launch: Raven Aerostar gives behind-the-scenes look at ...

Si en algún momento necesitas que vuelva, por ejemplo para añadirle un módulo nuevo, ¿podrías conseguir que bajara de nuevo?

Otra de las ventajas que representan los HAPs frente a los satélites convencionales es justo esto, que se pueden recuperar al término de su misión. En mi caso, con el globo aerostático debemos incluir un sistema que permita terminar el vuelo al transcurrir cierto tiempo o cuando nosotros creamos que ha cumplido su objetivo. Esto es muy importante porque no estamos solos en el cielo y tener un objeto sin control representa un gran peligro tanto para el resto de vehículos que circulan por este medio como para las personas en tierra.

No queremos extendernos mucho más, esperamos que os haya gustado y, si queréis una segunda parte o saber más sobre este tema, hacérnoslo saber dando apoyo al artículo y traeremos más contenido de este tipo, un poco diferente, pero que pensamos que puede ser interesante también.

1 Comentario

  1. Supongo una capa de la alta atmósfera donde se encontrarían gran cantidad de estos globos de aire con helio.
    Es posible que muchas empresas y organizaciones quieran hacerlo para brindar un servicio de conectividad global.
    Ante estos supuestos:
    Para interconectar los pseudosatelites entre si, ¿hay un protocolo en código abierto que permita a todos los globos que se encuentran en “una la deriva conocida” puedan ser parte de una misma red aún siendo enviados por distintas empresas.
    Existe ya una tecnología para la interconexión.
    Gran cantidad de globos en la alta atmósfera ¿interferiría (incluso atenuación) las señales de los satélites reales de órbita baja?

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.