Me he dado cuenta de que pertenezco a una clase distinta de personas. Esto no quiere decir que me considere ni por encima ni por debajo, ni mejor ni peor. Simplemente distinta.
Puede que mucho no lo sepáis y penséis lo contrario pero Derecho de la Red es un proyecto absolutamente gratuito de principio a fin, sin ningún respaldo económico. Cuando recomendamos algún recurso lo hacemos porque lo consideramos de utilidad y/o porque puede resultar interesante para nuestros lectores, nunca por dinero.
Desde hace unos meses desde el blog hemos estado buscando activamente nuevos colaboradores, nuevas personas que se unan al proyecto para ampliar la comunidad y poder subir más y mejor contenido pero, nos hemos chocado con una gran barrera. Pagar.
Hace dos meses activamos la publicidad de la página web con el único fin de observar la rentabilidad que nos daba para, en caso de que fuese buena, poder ofrecérsela como incentivo a los nuevos colaboradores, sin embargo el resultado fue el esperado:
¿Pero estamos tontos? ¿Acaso nos hemos vuelto locos? ¿De verdad creéis que voy a escribir para vosotros sin que me pagéis? Menudos ilusos, sois un grupo de niñatos, vuestro “código” no vale nada.
Aquí es dónde llegamos al quid de la cuestión. Todo eso que leéis en el párrafo superior han sido las “bellezas” que nos han puesto determinadas personas interesadas en escribir cuando les comunicamos que no había dinero de por medio, alguno hasta nos dijo que era únicamente que no queríamos compartirlo y, posteriormente, se acordó muy educadamente de nuestras madres. Aprovecho también para dar las gracias a todos aquellos que nos han dado ánimos y deseado buena suerte, gracias de corazón si estáis leyendo estas líneas.
No es que no ganemos dinero con esto, es que, desde que el proyecto vió la luz hace 6 años (aunque no creo que nadie recuerde cuando estabamos en blogspot) hemos puesto dinero de nuestro bolsillo para, año tras año, seguir adelante con un único propósito: compartir conocimiento.
Esta ha sido la meta del blog/página/sitio-del-ojo-verde. Compartir conocimiento. Hacer llegar a personas que no tienen grandes conocimientos en los temas que tratamos un texto que sea entendible y cercano para ellos, prestando eso si, atención siempre a los más pequeños que, al final, son los más vulnerables.
Puede que seamos un grupo de locos/as que nos hemos juntado para hacer algo en pleno s.XXI por lo que no obtenemos remuneración. Pero deja que te diga algo, que alguien conocido (o no) te diga: “eso lo leí en lo que publicaste en X”. Amigo, eso no se paga con dinero.
Si vas a contactarnos en búsca del Dorado de verdad, dejaló. No malgastes tu tiempo ni los megas de tu conexión a Internet. No tenemos la recompensa que estas buscando. Si la tuviesemos, retomaríamos algunos proyectos que se han quedado por el camino por falta de recursos que únicamente tenían la finalidad de llegar más lejos y concienciar a más gente.
Somos minúsculos en el océano de Internet y somos pobres pero, estamos muy orgullos de que hemos creado y, sobre todo, de como lo hemos creado.