Debido a la extensión y alcance de este delito y su relación con el cibercrimen, en éste artículo hablaremos de dos partes, en primer lugar trataremos la parte relacionada con criptomonedas y el blanqueo de capitales.
Por otro lado, mostraremos la compra de bienes y servicios con datos robados por parte de los delincuentes, ya sea para consumo propio o para su posterior venta.
Finalmente os dejaremos un apartado en el que podréis buscar más información sobre esto.
Si queréis que sigamos indagando más o incluso llegar a entrevistar a expertos en la materia, dejárnoslo en los comentarios y dar apoyo por redes sociales para que podamos saber que os gusta este tipo de contenido 😉
La criptomoneda en el blanqueo de capitales
Cuando hablamos de criptomonedas o monedas virtuales lo más común es pensar en: webs de tráfico de bitcoin, intercambio de dinero físico por virtual, es decir, lo que se conoce como exchanging.
Este proceso es el caldo de cultivo perfecto para la perpetración de algunos tipos delictivos el más común; el blanqueo de capitales.
En el entorno europeo existe una latente preocupación por la utilización de criptomonedas en el contexto de las finanzas criminales dando lugar a una primera legislación reguladora de este aspecto.
Algunas de las acciones sobre las que ejerce control sobre las monedas virtuales, tarjetas prepago, acceso a la información, transparencia, etc.
El poder de la criptomoneda en el blanqueo de capitales
Una de las ventajas más propicias que permiten acciones de blanqueo de capitales mediante el uso de monedas virtuales es la protección de identidad. Como todos sabemos uno de los ejes fundamentales que aporta internet a la delincuencia es la sensación de anonimato, es decir, la idea del criminal de que tras un ordenador permanece a la sombra de cualquier investigación.
Un ejemplo es la criptomoneda Zcash, la cual, permite realizar las transacciones económicas de forma protegida, es decir, anonimizando tanto el remitente como el receptor.
Otra de las características de las criptomonedas, de cara al blanqueo, es su carácter desmaterializado y transfronterizo, dando lugar a una simplificación de cualquier actividad delictiva.
Para poder visualizar toda esta información de un modo más claro vamos a poner de ejemplo dos de los casos con mayor pegada en nuestro país.
Caso únete
Un caso muy mediatizado en España es el caso “Únete”. En este, dos individuos fueron imputados por los cargos de integración en Organización Criminal, estafa y blanqueo de capitales mediante el uso de una compañía que utilizó una moneda virtual como excusa para sostener una estafa piramidal.
La estafa se llevaba a cabo utilizando inversiones en paquetes de captación de nuevos clientes. De este modo la empresa ofrecía altos beneficios por realizarlo, lo que conllevó un alto número de estafas.
En el año 2014 llegó a tener cerca de 50.000 clientes y decidió pagarles a sus socios con monedas virtuales (Unetecoin), para recuperar su inversión únicamente debían vender las “monedas” al precio que ellos consideraran oportuno.
La estafa se dió al presentar esta moneda virtual con precio equivalente al dólar aunque realmente carecía de valor, lo que dio lugar al intercambio de dinero físico por un falso activo digital.
Según un informe dictado por CCN-CERT, el anonimato que se ofrece en la criptomoneda dificulta el seguimiento de las mismas y la identificación de los autores. Del mismo modo se ha identificado sistemas de cambio ilegal de moneda Bitcoin.
(CCN-CERT IA-16/17, Ciberamenazas y Tendencias 2017 (versión completa), p. 32)).
Caso ransomware o “virus de la policía”
Uno de los últimos casos ocurridos en España y también más notorios, por la repercusión mediática que ocasionó, fue la “Operación Ransomware” o “virus de la policía”.
En este caso los individuos implicados vendían el acceso a los servidores de más 21.000 empresas de 80 países. La acción consistía en blanquear 10.000 euros diarios a través de diferentes sistemas de pago electrónico y divisas virtuales.
La policía, a través de diversas plataformas y portales de intercambio de divisas electrónicas (exchangers), incautó Bitcoin referentes a la operación. Convirtiéndose esta operación en una de las pioneras a la hora de realizar este tipo de incautaciones.
El proceso fue enjuiciado por la AN imputando a los acusados por un delito de estafa, blanqueo de capitales, falsedad en documento mercantil, pertenencia a organización criminal y contra la intimidad.
Los delincuentes operaban en diversos países, esto le ocasionó un carácter de transnacionalidad tanto en materia de utilización y difusión de malware como en el blanqueo de capitales.
Para poner punto y final a este apartado, no podemos obviar la combinación con otros medios más “tradicionales” para el blanqueo de capitales mediante el uso de las nuevas tecnologías:
- Sociedades pantallas.
- Actividades de minería no declaradas.
- Exchanging de criptomonedas.
Compra de bienes
Una practica muy extendida entre criminales, sobre todo los vinculados a phishing y malware bancario, es la de comprar activos con tarjetas robadas o duplicadas y, o bien consumirlos, o bien revenderlos.
Ésta práctica puede verse en diferentes formatos, podemos encontrar por ejemplo casos en los que los criminales compran gasolina en gasolineras autoservicio con tarjetas duplicadas, podemos ver como compran artículos de lujo y dispositivos de gama alta como iPhones, iPads o Macs en grandes cantidades para luego revenderlos.
En el siguiente video podemos ver cómo un delincuente compra con una tarjeta duplicada y comprada online gasolina, 300$ en gasolina, sin aparentemente tener problema alguno.
Aquí vemos las compras almacenadas de las que se jactan, así como los precios por los que los venden (posiblemente sea una estafa debido al bajo coste de los dispositivos).
Los carders son conocidos por ser muy “abiertos” con su público y como forma de autopromoción comparten algunos vídeos enseñando sus métodos o sus proezas…
Compra de servicios
Igual que con la compra de bienes, podemos encontrar la compra de activos. Suelen hacerlo para consumo propio o para vender cuentas en esos servicios. Por ejemplo, compran con una tarjeta robada una suscripción a Netflix y la usan, o, la venden. Si los detectan crean una cuenta nueva y solucionado.
Estos servicios normalmente son Netflix, Amazon, HBO, cuentas en webs con contenido pornográfico…
En este apartado se encuentran también los denominados “bineros”.
Un “binero” es aquella persona que se dedica a estafar a grupos de compraventa online. Cuentan con comunidades en redes sociales y en su mayoría son menores de edad. En México, éstos roban los dígitos de miles de tarjetas de créditos de Estados Unidos para efectuar compras en línea.
Quiero saber más, ¿dónde puedo investigar y profundizar?
Disponéis de múltiples recursos para ello, recomendación personal, si queréis más información os recomendamos el libro coordinado por Abel González García y dirigido por Daniel Fernández Bermejo titulado “El blanqueo de capitales y su relación con la cibercriminalidad“.
Otros enlaces de interés:
https://derecho.usmp.edu.pe/cedp/revista/articulos/internacional/definitivo_tec.pdf
https://www.dsn.gob.es/es/file/2710/download?token=1kRwAbtN
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