La condenada escribió en marzo de 2015 un comentario en la red social en el que decía que su excónyuge era un “hipócrita” y que “mientras el niño estaba en el hospital ingresado, él se estaba acostando con otra mujer”

Escribieron mensajes vejatorios de contenido sexual en un grupo del que formaba parte la víctima, que sufrió estrés postraumático.

Y es que, lo que pasa en Internet no se queda en Internet.