Tuvo como víctima principal miles de ordenadores Linux, en su mayoría servidores. Muchos de estos servidores alojaban páginas web que eran visitadas por millones de usuarios.
Esta nueva botnet está formada por dispositivos IoT y presenta una serie de características y capacidades muy superiores a cualquier red de bots conocida hasta la fecha.
Comenzó a construirse a través de un kit de malware conocido como Butterfly Bot. Este kit podía adquirirse por un valor aproximado de entre 500 y 1.000€
La explosión de Internet a finales de la década de los 90 trajo consigo una serie de novedades en el mundo de la informática y de las telecomunicaciones entre la que destacaba la creación del correo electrónico.