La mejor decisión se toma con la mejor información.
Los términos y condiciones de uso son un acuerdo legal que gobierna los detalles más importantes de la relación entre proveedores de servicios y sus usuarios.
Cabe destacar que los derechos y obligaciones se mantienen no sólo mientras hagamos uso de sus servicios, sino que en algunos casos y aunque suene dramático, éstas condiciones se estipulan para toda la eternidad…
Éste acuerdo determina, por ejemplo, si uno tiene el derecho a pedir que nuestros datos sean borrados una vez que querramos dar de baja una subscripción, lo cual deja en evidencia su importancia.
Muchas veces me he preguntado cuánta gente lee los términos y condiciones de los servicios que utiliza.
La respuesta parece estar en un artículo muy interesante escrito por Nicholas LePan para la web Visual Capitalist titulado “Terms of Service” (Terminos de servicio).
Uno de los datos más reveladores que presenta el detallado análisis es que un 97% de los usuarios de entre 18 y 34 años acepta las condiciones sin siquiera leerlas. La realidad no debería sorprendernos: hasta los términos y condiciones más concisos cuentan con miles de palabras, lo cual requeriría varios minutos de lectura.
Por ejemplo, leer las condiciones de servicio de Instagram, a un promedio de 240 parabras por minuto, nos tomaría unos 9 minutos y 42 segundos. Pero ésto es sólo el comienzo. ¿Sabías que los términos y condiciones de uso de Twitter, Uber y Tinder son más extensos que la constitución de Estados Unidos, de 4.543 palabras? Otro dato revelador indica que tardaríamos menos tiempo en leer el Código de Hamurabi que en leer las condiciones que debemos aceptar para usar Zoom, TikTok o Spotify.
El premio a los términos y condiciones más detalladas y difíciles de leer se lo lleva la suite de productos de Microsoft que con 15.260 palabras son más extensos que “El Arte de la Guerra” de Sun Tzu y se acerca mucho a “Macbeth” de Shakespeare (17.121 palabras).
En definitiva, por acción u omisión acabamos muchas veces acabamos siendo cómplices de un sistema que se aprovecha de la buena fe de sus usuarios. Los términos y condiciones escritos en un lenguage legal críptico no resultan fáciles de comprender aún para usuarios expertos y no hay indicios de que ésto vaya a cambiar en el futuro.
En la era del capitalismo de vigilancia que plantea Shoshana Zuboff en su libro “The age of surveillance capitalism”, nuestra herramienta más valiosa es estar informados, ya que al aceptar los términos y condiciones de cualquier servicio estamos tomando una decisión.
Terms of Service, Didn’t Read.
Herramientas como “Terms of Service, Didn’t Read”, que provee un ranking y clasificación según distintos criterios, pueden ayudarnos a entender qué estamos dispuestos a aceptar. ¿Estamos cómodos con que nuestros datos sean compartidos con terceros? ¿Está garantizada la calidad del servicio? ¿Si publico una foto, de quién son los derechos de autor? Sería conveniente saber la respuesta a éstas y otras preguntas antes de dar click en “Aceptar”.
Puedes acceder a la nota de Visual Capitalist titulado “Terms of Service” en el siguiente enlace: https://www.visualcapitalist.com/terms-of-service-visualizing-the-length-of-internet-agreements/
Para ver información detallada sobre distintos proveedores de servicios y sus condiciones, puedes acceder a “Terms of Service, Didn’t Read” a través del siguiente enlace: https://tosdr.org/index.html
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AUTOR
Apasionado por la tecnología | Consultor en Seguridad de la Información | IT Risk Management
[…] eres usuario de WhatsApp ya sabrás que a parte de buenas noticias con los términos y condiciones de uso, la aplicación no es muy segura que digamos. Ahora un nuevo fallo en WhatsApp permite que […]