La mayoría de las personas las reenvía de forma automática pero en ocasiones, el contenido que se comparte puede ser malicioso o contener bulos.
Se trata de una propuesta de ley para suprimir las puertas traseras que permiten el acceso a los mensajes de los usuarios y obligar a los servicios de comunicaciones a implantar el sistema de cifrado de extremo a extremo.
La autoridad italiana, que en 2016 inició dos investigaciones contra WhatsApp por presuntas violaciones del código del consumidor ordenó a la empresa pagar una multa de tres millones de euros, tal y como indica en un comunicado.
















